Buenas, aquí os voy a empezar a contar como termine de propietario de esta moto que cada día me trae mas loco... pues creo que esto de tener una vespa es algo muy especial, (no es una moto cualquiera, para mi es como tener algo muy muy valioso).
Allá por 1996 al no poder comprar otra cosa pues no tenia ni carnet de moto ni de coche me compre una vespa et2 49cc de color alabastro( muy similar al actual de mi PX) siempre he admirado las vespas con sus cuatro marchas mientras andaba en un ciclomotor automático que de vespa solo tenia el nombre y parte del diseño..
Como ya ha comentado Álvaro me asemejo mucho a el en la faceta de vividor gaditano pegado a una pantalla y un ratón. Tal día como bien cuenta Álvaro en la descripción de su restauración me convenció de que podía comprar una vespa y restaurarla, total me puse manos a la obra y encontré una vespa PX 200 blanca modelo Iris justo a 50 metros de mi casa.. baje le hice fotos se las pase a Álvaro el me dijo que la moto estaba enterita y q si estaba seguro que para delante. Pues nada tarde menos de una hora en que la moto pasara a estar en mi garaje y ya manos a la obra le comente a mi gran amigo Alonso que necesitaba restaurar esa moto, después de muchas horas de pensar que color ponerle y q piezas comprar ya decidí como la quería…. Después de la historia de la CL de mi gran amigo Álvaro, Iván se une a Álvaro y a mi en la búsqueda de la piezas de la vespa de cada uno… (múltiples paginas de Internet, viajes al desguace donde casi lloramos al cortarnos la vespa de correos aquella de donde saque mi horquilla delantera para la adecuación del freno de disco en mi iris).
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Alonso accedió a que llevara la moto a su flamante taller situado en el Puerto de Santa María y allí mismo fue desmontada mi moto, tras unos problemillas Alonso deja el taller con la consecuencia de que me tengo que llevar mi moto solo con la imprimación..... a través de un amigo localizo el taller de pintura de nuestro amigo Manolo en Sanlucar donde sin pensármelo llevo mi moto tal como la retiro del ex taller de Alonso, Allí Manolo no me pone ningún tipo de pega y se crea la famosa tarifa plana del taller de Manolo jajaja…. Entre todas estas cosas que me pasan entra en juego otro personaje muy importante en casi todas las restauraciones del club… el tapicero de los naranjos de Jerez, donde me convierten mi sillón viejo en un chaislong pero con muy buena pinta. Una vez que ya empiezan a llegarme pedidos de piezas incluso desde Thailandia, y otras que compramos en las múltiples visitas a Vespaluz, la moto se lleva a casa de Alonso donde demuestra su sabiduría de maestro del motor y hace un trabajo perfecto de montaje de la moto. (Agradecer a toda su familia el aguantar ese trasto y a mi en su casa muchas horas dando el coñazo)
Una vez terminada sin ningún tipo de problema la moto paso la ITV y ya tenia yo una flamante Vespa PX 200 Iris como nueva.
Esto no hubiese sido posible sin la ayuda de Alonso y la colaboración de mis grandes amigos Iván y Álvaro.
Saludos perezos@s, Teru.
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